Seminario CESED – Pablo Zuleta
Médico especialista en Psiquiatría de la Universidad Javeriana de Bogotá y candidato a maestría en Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia. Desde hace 13 años está dedicado al trabajo en adicciones y farmacodependencia.
Es profesor de pregrado de medicina de la Universidad de los Andes y dicta charlas en cursos de educación continuada del CESED. Es miembro del subcomité de adicciones de la Asociación Colombiana de Psiquiatría y del subcomité de Filosofía de la Psiquiatría. Fue galardonado con la mención de honor Héctor Ortega Arbeláez en 2012 por el mejor artículo publicado en la Revista Colombiana de Psiquiatría. Fue coordinador de la estrategia CAMAD en Bogotá durante el último período antes de su cierre en junio de 2016 y coordinador del Proyecto Khoka Alternativa, desarrollado por Elementa, Consultoría en Derechos.
Abstract:
Desde la puesta en marcha del primer Plan Obligatorio de Salud (POS)[1], las comunidades terapéuticas (CT) han sido los espacios que han acogido el mayor porcentaje de personas con consumos problemáticos de drogas en Colombia. Anteriormente el POS no cubría los trastornos crónicos por el consumo de sustancias psicoactivas (SPA) y el ingreso a las CT implicaba el pago del tratamiento por parte de los familiares o del paciente.
Las CT han tenido una evolución compleja. En sus inicios tuvieron una estructura que combinaba distintas aproximaciones y metodologías: a) la base de principios religiosos y de autoayuda que busca generar abstención del consumo, b) parámetros de autoridad para el buen funcionamiento de las intervenciones siguiendo los principios generales de Alcohólicos Anónimos (AA) y c) el establecimiento de jerarquías sin vincular la psiquiatría, la psicología y la medicina. El funcionamiento de las CT, partían del principio de que los miembros del equipo terapéutico debían ser una persona con trastorno crónico por consumo de SPA. Si bien en su evolución, las CT han vinculado profesionales de salud mental, el establecimiento de jerarquías persiste sobre la base del conocimiento vivencial de las personas con consumos problemáticos que se encuentran en fase de abstención.
El objetivo del seminario es proponer una metodología para evaluar cómo al interior de las CT se establecen las jerarquías y de qué manera los pacientes que ingresan aceptan estos parámetros o por el contrario no lograr permanecer el tiempo estipulado como necesario para cumplir con los objetivos del tratamiento.
El enfoque de las CT contrasta con el principio de reducción de daños, donde la permisividad del consumo se configura como la ruta para lograr los cambios afectivos. Cambios que permitan la aceptación de los parámetros de la autoridad con base en la construcción de distancia no conflictiva. A partir de esta metodología, se pretende establecer las distintas maneras de formación de los parámetros de autoridad en los que funcionan las personas con consumos problemáticos (el super-yo).
[1] Adoptado mediante la Ley 100 de 1993.