Violencia contra líderes sociales: ¿qué sabemos y qué podemos hacer?
Lucas Marín-Llanes, María Alejandra Vélez
La defensa del medio ambiente y de los derechos humanos se ha convertido en una actividad de alto riesgo en todo el mundo, especialmente en América Latina y Colombia no es la excepción (Glazebrook & Opoku, 2018; Hasler et al., 2020). Victor Moreno, líder social del Norte del Cauca, denuncia que el solo hecho de discutir sobre las causas estructurales del riesgo al que se enfrentan los defensores de derechos humanos expone sus vidas1 . Para el caso de asesinatos de líderes sociales en Colombia, Human Rights Watch (2021) reportó que desde el 2016 ha habido 421 defensores de derechos humanos asesinados. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidos para los Derechos Humanos (ACNUDH), Colombia es el país con mayor número de casos en América Latina. Esta fuente también reportó que el 16% de los asesinados fueron líderes indígenas. Otra fuente de información es la Organización No Gubernamental (ONG) Somos Defensores que documentó 837 asesinatos de líderes entre 2005 y 2019. En el Gráfico 1 se presenta la creciente tendencia de este fenómeno según los datos de Somos Defensores, en el cual la línea roja representa el año de la firma del Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En cuanto a los líderes ambientales, Front Line Defenders (2020) muestra que en 2019 el 40% de los líderes sociales asesinados en el mundo eran defensores ambientales. Los líderes indígenas están particularmente en riesgo por la defensa del medio ambiente. Según Global Witness, el 33% de los líderes ambientales asesinados en el mundo eran indígenas. En el Gráfico 2 se presenta la evolución de agresiones contra líderes ambientales en algunos países de América Latina a partir de los datos reportados por el proyecto periodístico Tierra de Resistentes. Se resalta que los países con un mayor número de casos sistemáticamente han sido Brasil, Honduras, México, Colombia y Guatemala.